En la simple oscuridad

-mantenia las manos detrás de su espalda mientras su cabello caia por su rostro, el rubio dorado a menudo era buscado por la luna que hacia un eficaz ademan de rozar sus cabellos, brotando un suspiro, volteo la mirada tranquilo y parsimonioso, recordaba la primera vez que tenía que hacer guardia estaba realmente asustado de no tener a nadie y ante todo de que alguien pudiera salir de la oscuridad

sus ojos ahora mostraban una especie de salida, de contención, como su cuerpo se dedicaba a moverse fluidamente como si de un camuflaje se tratase..cerro al fin los ojos cuando lamio la punta del cigarrillo que con eficacia colocaba en los labios y aprovechaba para encenderlo, notandose su figura no soo en la oscuridad, sino tambien por las debiles luces que habian empleado como vigilantes-

Los pasillos prácticamente deshabitados se extendían silenciosos y expectante en aquel internado, cada muro, cada piedra cada ventana que dejaba que los rayos tenues de la luna se colaran al interior hablaban de secretos y deseos, enigmas y pasión. En uno de ellos una alta figura se deslizaba con oscuras vestimentas, distintas al uniforme escolar, o a cualquier vestimenta que ocupara un maestro, de un largo y hermoso abrigo negro de cuero cerrado con cierre hasta el cuello, unos pantalones y unas botas del mismo color.

Todo inicio con un beso egoísta,
un abrazo demente el cual te ensucio.

Soy el veneno que corroe tus venas,
la dulce obsesión que te desgarra…
La cruz que se llama lujuria.

Cantaba entre susurros aquella grave voz para si. Sentía esa conexión con la canción, sabía que no era una muy buena, tenía algunas mil veces mejor que esa, pero con ella llego a ser conocido, por lo cual le tenía cierto afecto.

Ahora entre suplica y suplica
veo el horro en tus ojos,
el oscuro deseo que te invade
cuando entro en ti una y otra vez.

Soy el veneno que corroe tus venas,
la dulce obsesión que te desgarra…
La cruz que se llama lujuria.

Las horas de la noche eran las preferidas, como si el solo hecho de que su nombre tuviera ese significado lo ligara férreamente de modo místico, por ello prefería deambular antes que quedarse encerrado en un cuarto, aunque con ello rompiera las reglas.

El sonido de aquella grave voz se tragaban el murmullo de aquellas pisadas, así que aquel alto muchacho continuaba en su curioso deambular, con la mirada perdida embebido en lo hermoso que le resultaba aquel solitario paseo.

Y entre jadeo y jadeo
Veo la desesperación en tu rostro
El aberrante dolor que te embarga
Cuando no estoy tocando tu piel

Soy el veneno…

Esa voz se apago dando paso al silencio, no se había percatado de que alguien más estuviera ahí, se veía demasiado joven para ser un profesor, pero en su aspecto había una seriedad que solo se alcanzaba con la abultes. En su rostro una sonrisa de disculpa se esbozo, en tanto pensaba como se las iba a arreglar para solucionar ese problema. No podía huir en esos momentos, su aspecto era bastante singular y no tardarían en identificarlo.

- Emm… ¿disculpe…?- necesitaba tirarse un farol, pero no era capaz de pensar en nada su mente solo guardaba los hermosos detalles de quien tenía en frente.

deberia de estar en la cama...¿no tiene sueño? ¿se encuentra bien? -como enfermero era su deber claro estaba velar por la seguridad de aquestos que eran sus alumnos, la debil piel del profesor se ilumino pero no mostró tanto como debiera de nuevo con el fulgor dorado de su cabello, una sonrisa calida fue regalada en cierto modo a aquel que estaba a su lado, era mas alto quizás de igual modo más masculino pero no figuro palabra alguna, sino que ojeó el reloj..al parecer eran las cuatro de la mañana una hora en la que todos estarían dormidos-

no deberias estar aqui..-acudio, en un tono mucho mas informal al que habia usado antes, se sostuvo los cabellos en un moño oriental, dejando algun que otro mechon suelto que cabalgaba por su rostro como mejor quisiera, se lo sujeto con una poderosa goma que siempre llevaba consigo, dirigiendo su mirada hacia el pasillo cuando escucho un ruido, al parecer en su propio aula, la de ingles- veo que..mas de uno no ha podido dormir..-musitó cuando se encamino hacia el aula donde los susodichos ruidos se escuchaban-

Escucho las preguntas en silencio, tratando de dar la apariencia más inocente que podía, después de todo aquel joven solo se había limitado a dar un paseo nocturno, sin malas intenciones desde un principio, y aquel hombre de suaves facciones que tenía enfrente, que arreglaba su cabello de forma que se veía tan bello, no le parecía a primera instancia del tipo rígido y obcecado que no escuchaba explicaciones.

- La verdad es que salí a tomar aire, y en el trayecto perdí la dirección de mi habitación – dijo “estirando” un poco la verdad, mientras veía a aquel profesor que era más bajo que él. Entonces fue cuando guardo silencio y escucho aquellos ruidos, esos que no había oído a causa de su propia canción.

Estaba casi seguro de que trataba aquello, así que siguió al rubio con una expresión de curiosidad que ocultaba el gusto de malicia, que en su interior se reía divertido por lo que suponía, encontrarían en aquel salón.