Alone - Privado Aris.

Era muy tarde ya, tarde en exceso como para que ella estuviese vagando aun por la escuela, pero la realidad era diferente, entre perderse de edificios en edificios, salones y salones llegó hasta aquel sitio alejado, el nombre en la puerta era lo único a lo que podía atenerse en confiar ciegamente "Gimnasio", pudiese ser que hubiera alguien allí dentro, pero cuando entró el lugar estaba completamente vacío. Se preguntó entonces que podría hacer y cuándo se había decidido en volver le hipnotizo el tamaño de aquel lugar y lo bonito que se veía, realmente era sorprendente aquella institución.

Se adentró calmadamente, comenzó a observar todo con curiosidad hasta llegar a los vestidores donde se volvió a perder por un momento, pero está vez estaba consciente de ello, sabía a donde tenía que ir, pero perderse un poco para mirar no estaría mal, pensó. Así se le fue el tiempo hasta que realmente se hizo más tarde, no se dió cuenta de ello y cuando quizo salir escuchó una música un poco lejana.

Buscó entonces la salida del vestidor, tal vez alguien que podría ayudarle a volver a su dormitorio, no estaba segura de ello así que tendría que tener mucho pero mucho cuidado al respecto. Abrió la puerta de los vestidores y allí enfrente de sus ojos una dama danzaba en la explanada del gimnasio, sus movimientos comenzarón siendo muy suaves y la elegancia desprendía de su cuerpo. Sonrió un poco y caminó hipnotizada por el baile, sentandose en las gradas para seguir observando, realmente no sabía si aquella mujer se percataría de su presencia pero por el momento, deseaba disfrutar del espectáculo que brindaba aquella bonita danza.

Observó con tal cuidado cada movimiento que la mujer ejercía, la verdad es que le atraía la belleza y la suavidad con la que cada uno de sus gestos, de sus movimientos eran ejecutados en aquella improvisada pista de baile, sonrió dulcemente porque le recordaba muchas cosas, siempre lo que eran artes le traían en memorias sus anteriores escuelas y eso más que nada le agradaba demasiado. Aunque después de un rato le sorprendió lo sucedido, la mujer se percató de su presencia y eso le colocó un poco nerviosa, no se había esperado que le observaran.

Aún despues de haberle visto la mujer siguió bailando parecía como si le hubiese invitado a acompañarle pero la chica no se percato realmente de ello asi que se quedó en su lugar, apreciando aun aquel espectáculo frente a sus ojos. No sabía bailar de esa manera, al menos no con la perfección que la otra chica despedía con cada paso dado, con cada salto y giro. Su violacea mirada se quedó prendada de todo lo que sucedía en la zona de la danza. Era bonito poder apreciar así una danza como aquellas, aunque despues de eso, pensó que sería probable que le regañaran por estar fuera de los dormitorios a esas horas.

.- Eh?...

Cuestionó rápidamente cuando la mujer le invito en voz clara para que avanzara hasta ella. Se levantó con cuidado y avanzo con timidos pasos hasta llegar a donde su mayor se encontraba, sonriendo avergonzada.

.- Disculpe, por interrumpirle.

Dejó dicho la chiquilla, entrelazando sus propias manos con cierto nerviosismo, tal vez inconscientemente esperaba el regaño propio por las horas que tenía allá afuera.

Sus violaceos atendían a la mirada que aquella mujer le obsequiaba, de alguna forma no podía dejar de verla, bailaba como si fuese esas muñequitas de cajas músicales, graciosas y hermosas, hasta la tonadita era dulce a los oídos. Pero claro, no espero que la distinguida mujer se acercara después a donde la castaña se encontraba, se pusó un poquito nerviosa al verla avanzar a su lugar con aquella expresión tranquila, hasta caminando normal aquella mujer seguía demostrando elegancia en sus pasos.

Asintió la menor cuando le pidió acercarse más y así lo hizo, acercandose un poco más a la mayor para poder prestar mejor atención a sus palabras. El nerviosismo era algo normal si se hablaba de conocer a alguien por primera vez en este caso, siendo apenas una nueva ingresa al internado. Se le pasó un poco el nerviosismo, asustada no estaba. Ahora le sonrió amigablemente, ladeando con suavidad su rostro y con ello paseando sus ondulados cabellos con simpatía por su rostro.

.- Me encantaría... sé algunos pasos pero ... no los recuerdo con facilidad.

Musitó la pequeña un poquito timida para hablar, pero con la suavidad en sus palabras dejandose fluir un poco más al cabo de un segundo. El cabello de la chica mayor era bastante bonito, y hasta el jugueteo que comenzaban aquella mano y el mismo le parecía sutilmente gracioso.

.- Me... me tendría paciencia?.

Le interrogó suavecito.

Aris se preocupaba más ante el hecho de saber si aquella mujer realmente le tendría paciencia o no. Al saber que si le podría tener paciencia la chiquilla sonrió con cierta emoción al saber que podría aprender o recordar en dicho estado los pasos que antes le hubieran enseñado o los que le faltaba por aprender. Ahora aquella mujer terminaba por acercarse y tomaba su muñeca con el debido cuidado, alandole después del mismo modo para llevarla al centro de aquella "pista".

.- Sí ...

Contestó de forma educada la chiquilla, asintiendo emocionadamente a las palabras ajenas. Ahora ambas se dirigían de buena manera hasta el centro del gimnasio y la menor comenzaba a sentir cierto nerviosismo. Y eso era porque le daba penita que le viese bailar le daba un ligero sentir de pánico escénico. Después de haber llegado a su destino la mujer mayor le soltó con suavidad y ahora hacía una par de movimientos, se cuestionó entonces, qué debería de hacer en esos instantes después de que terminara, aunque... no podía evitar, seguirse sorprendiendo por tan bella danza.

.- Sí!... lo intentaré...

Sonrió la chica cuando la mayor volvía a tomarle de las manos, prestando un poco de ayuda para que la más chica ejerciera bien sus movimientos, hizo su intento, un poco difícil pero logró hacerlo semejante al menos un poco.... aunque obviamente, la gracia y perfección que la otra mujer demostraba quedarón perdidas con la actuación de la menor.

Le daba algo de penita a decir verdad, haber bailado asi sin siquiera haber llegado ni un poco a la profesionalidad con el que la había hecho aquella mujer, demostrar algo así posiblemente era vergonzoso y ya hasta pena le daría de ver a la mayor a la cara, pero al parecer nada estaba mal, sólo le faltaba un poco de práctica. Al menos eso pensó con las primeras palabras que la mujer le dijo al terminar de danzar aquel corto fragmento.

.- De verdad?

Cuestionó justamente antes de que la mujer le tomara de la cintura, siendo este momento un poco sorpresivo para la menor, se quedó sin palabras. Ahora ambos cuerpos estaban juntos y la mas joven observaba con cautela cada movimiento, sin saber precisamente el porqué de aquella cercanía. Un pequeño sonidito apenas audible, dejando en claro cierto deje de sorpresa, se dejo escuchar de la pequeña al sentir las manos sobre su mentoncito. Hasta las palabras que decía sentía que no concordaban con los hechos.

Entrecerró sus ojitos al sentir aquella mano acariciar su mejilla, desviando un poquito la mirada sin saber que decir claramente. Simplemente ahora se dedico a mirar aquel rostro con cuidado, sonriéndole tímidamente hasta sentirle recorrer con aquella mano el trazo hasta su cintura de nuevo, sonrojandose un poquito al escuchar aquellas palabras por parte ajena, cuando sus violaceos no dejasen de observar el rostro de la mujer que se encontraba frente y tan cerca.

.- G..gracias... u-usted tambien... es muy bonita...

Agacho la mirada, sonrojandose en extremo dulce, sin saber si mirarle o simplemente quedarse con aquella sensación de no tener palabra alguna para continuar intercambiando con aquella mujer, aunque por alguna razón, no le incomodaba en nada que le tuviese aferrada de la cintura.

Sus violaceos observan a la mujer demasiado cerca, tan cerca que los nervios en la pequeña podían sentirse por medio de un dulce temblor corporal, sus ojos se entrecerraron por la mirada que la otra proporcionaba contra su persona, además de la aún cercanía existente que cada vez era más corta según los segundos que pasaban. Pero algo despertó a la menor de aquel ensimismamiento pasajero, el ver aquella lengua relamerse aquellos carmines labios, le hizo temblar otro poco más y con mayor notoriedad, sonrojandose más su rostro al sentir una oleada de extrañas sensaciones.

.- Qué?....

Ni tuvó tiempo de formular bien la pregunta cuando la cercanía culmino finalmente, dejándose ver sus labios junto a los otros en un contacto nada ético, no le forzaba y tampoco es como si le dejáse irse de ahí. La menor abría sus ojos con sorpresa sin saber aún como es que debía de reaccionar. Era la primera vez que una mujer y hasta podría ser el caso de un hombre, en que la menor recibiera un beso cómo aquellos.

.- Nhh..

Sus ojos terminan por cerrarse, cediendo la menor a aquel beso que poco esperado era o más bien poco entendible resultaba la razón de este, sonrojada a más no poder, sus labios timidamente apenas comenzaban a moverse al compas de aquellos otros. Sus cabellos ahora acariciados, la nuca, haciendo estremecer a la pequeña entre aquellos otros brazos y ahora la preocupación embargaba su pequeña mente, si les encontraban ahí otras personas, que pasaría?, tendría que confiar o mejor dicho... tendría que averiguar, que sucedía con aquel acto ajeno sobre ella.

El beso de un momento a otro se intensificó a sobremanera, no se espero nada de aquello ni siquiera un poco, es más, que ni por la mente le hubo pasado con anterioridad que aquellos hechos fuesen posibles de suceder, ella simplemente tenía en mente asistir a sus clases y salir con las mejores notas, sólo eso. Y ahora sentía como el músculo de aquella boca intentaba adentrarse a su boca lograndolo al final de cuentas, sonrojandose la castaña aún más al sentir explorada su boca de aquella forma, no era ignorante y sabía que le estaba besando, lo había visto y escuchado antes, pero sentir, era diferente. Terminó por cerrar sus ojos un poco al sentir la apresión de aquella mano en sus cabellos, soltándo suaves soniditos desde su garganta ante la falta de aire que experimentaban, finalmente separandose un poco.

.- Eh??... n-no... no me... molesta...

Susurró aunque realmente no sabía que decir con certeza, se sentía un poco perdida pues no sabía la razón de aquel beso y le estaba carcomiendo la curiosidad por saber el porque de éste mismo. Ahora aquellos dedos ya dejaban su cabello y eso provocaba una mínima tranquilidad en la menor.

.- Ah!... s...sí!... espero hacerlo mejor esta vez.

Dijo esperanzada, olvidandosele de repente lo del beso que le había tomado inesperadamente. Ahora su mirada se posaba sobre aquella mujer que de nuevo se mostraba preparada para danzar, Aris un poco distraida intentaba verificar aquella postura, sonriendo con suavidad al intentar imitar aquellos movimientos.

La chica se quedó observando de nuevo, ahora la mujer mayor comenzaba a ponerse de puntas y Aris no pensaba quedarse atras de ello, tambien logró hacerlo como era debido al menos para no quedar en ridículo como hace unos momentos. Cuándo la mayor comenzó a moverse la menor ni siquiera supo como iniciar y mejor optó por mirar bien cada paso, fijamente miraba, la atención era total para ver los movimientos ajenos y estudiarlos como era correcto hacer.

.- Eh?... ah!... sí... es que...

Ni sabía que decir al respecto, se le había escapado la oportunidad de decir algo al menos. La otra mujer descendia de sus pequeñas alturas hasta pisar de forma correcta el suelo nuevamente, Aris le observaba acercarse y de nuevo le dio cierto deje de pena, interrumpirla así sólo por no saber como comenzar.

Sintió el roce de aquellas manos en sus brazos delgados, después estos llegar a sus hombros, la menor no miraba mal aquel gesto, simplemente pensaba que la mayor estaba siendo amable con ella. Aquellas palabras junto con la caricia le hicieron estremecer sutilmente, sonrojandose de nuevo la más joven, mirando atenta a la chica frente a sus ojos.

.- Sí, lo siento... es que no alcance a observar bien... sólo le estoy retrasando.