Cristales - Privado.

Caminaba por aquel corredor sin saber donde iba, el lugar estaba hecho de hermoso y oscuro cristal. Alrededor de aquel joven de plateados cabellos había más gente que también deambulaba por aquel lugar, sin que nadie mirara a nadie, con la mirada perdida y una angustiante sensación en su pecho continuo, repentinamente algo salio detrás de una columna sorprendiéndole bastante, era un ser pequeño, de rasgos afilados y ojos vivaces.

- El que pierde busca… el que busca encuentra…- canturreaba aquel duendecillo, dando saltos a su alrededor.

Se giro sobre si mismo observando a su alrededor, buscando señas de sorpresas en los que se encontraban cerca, pero nada, seguían en su monótono andar, como si no los vieran, como espectros perdidos, el temor lo amenazo pero no se dejo abatir, se acuclillo para poder ver a aquella pequeña personita.

- ¿que quieres de mí? – le preguntó desconfiado, sintiendo cierta familiaridad por aquel ser de brillantes ojos celestes.

El duendecillo se detuvo y lo miro con una maligna sonrisa. Tamborileando sus dedos en el aire a un ritmo desconocido replanteo la situación.

- ¿El nocturno bufón continuara o desfallecerá? – Preguntó burlón en respuesta – ¿me seguirá en pos de lo que dejo ir?

Aquello le dio un escalofrío que recorrió su espalda, pero podía entender, vagamente reconocía el vacío que había dejado la perdida de algo importante, y el ácido sabor en su boca le decía que aquel ser tenía razón. Se levanto dándole un gesto afirmativo y lo siguió por aquella galería de altas columnas, donde el techo no podía ser siquiera distinguido. Mientras aquella personita daba saltitos y tarareaba una melodía que se le hacía sumamente familiar.

Dejaron a aquellos fantasmas indiferentes atrás, mientras sentía que su corazón comenzaba a palpitar rápidamente, y el alivio se hacía presente en sus hombros.

- El demente lo siente- dijo aquella vocecilla- allí adelante esta – señalo un muro oscuro, mientras el joven avanzaba a toda carrera sin dirigirle un solo vistazo a aquel pequeño de albos cabellos, que tan solo dejo en su lugar una replica del mismo joven que meneaba la cabeza- ¿Cómo puedo ser tan idiota?- se pregunto viendo su propia espalda que se alejaba, mientras esa figura que no era más que la manifestación inconciente de su propia intuición se desvanecía.

Llego eufórico ante aquel muro, mientras podía distinguir una figura conocida tras ella, su expresión se suavizó, mientras posaba sus marfileños dedos en aquel oscuro cristal viendo con más claridad a aquel que había estado buscando, deseando poder traspasar aquella pared.

- Rossiel- susurro.

El silencio yacía en la mente del portador de su esencia mientras sentía como rápidamente la extraña sensación de su demencia recorría por completo la punta de sus dedos que se movían por una melodía lúgubre y melancólica
Los pasos firmes del Ángel se hacían presentes entres las memorias extrañas del pasado que Rossiel, su jefe y el compartían y solamente estaban grabadas en la mente del Ángel y de la flauta aunque ahora gracias a su señor aquel humano de largos cabellos plateados llevaba consigo una llave importante
Shin detuvo por completo el movimiento de sus dedos mientras traspasaba la oscuridad de los recuerdos impuestos por las personas más importantes en su eterna vida, Eros y Rossiel y el hecho de que estos no le recordaran hacia que su cuerpo sintiera un exagerado dolor pero ¿por qué? si Shin había sido crear para vivir en la eternidad de acuerdo a lo que el dios supremo digiera pero aun así este había salido con sus propios ideales y sus sentimientos incorporados como si fuese un humano cualquiera
Elegantemente llevo una de sus manos hacia su cabeza mientras cerraba sus ojos como gesto de dolor aunque en su rostro esto no se reflejara

"Esto no solía ser tan insoportable..."

Susurro para sí mismo mientras hacía desaparecer con un destello de luz la "tranquilizante" flauta y de pronto una voz conocida recorrió el lugar al cual la flauta le había guiado y levanto la vista al ser interrumpido de su silenciosos transe y para su gran sorpresa era el susurro de aquel humano que había insistido en meterse en la vida del demonio de forma inconsciente
Se acerco a él con paso seguro mientras observaba de forma detenida aquel Demonio atrás del cristal que a pesar de verse desesperado no era más que un contenedor sin vida

"Sera mejor que no le hables"

Dijo con voz grave para pararse al lado de aquel humano mirando fijamente a Rossiel que yacía al otro lado

"Esta en una lucha interna...debe recordar su pasado recordar quién eres y lo más importante recordar quién es él desde el inicio de los tiempos..."

Levanto la mano para hacer salir nuevamente la flauta mientras esta brillaba con una destello exagerado

"Tapate los oídos"

Dijo nuevamente con aquella voz hipnotizante para llevarse la flauta a la boca y empezar a tocar "Painful memories" cerrando los ojos con suavidad mientras recitaba un hechizo entristecedor que era capaz de trastornar al mismísimo Lucifer

Ni siquiera se había percatado cuando aquel individuo de largos cabellos había aparecido a su lado, todo era tan confuso, pero algo recordaba de momentos antes de llegar allí, antes de caminar entre esos espectros. Pero no tenía sentido había estado en un bar, era todo tan vago, y no le podía dar una explicación.

"Desde ahora...creo que tu y yo compartiremos el mismo destino"

Esa frase no le agradaba demasiado, pordía reconocer cierto carácter profetico en ella, y la idea de moverse por los invisibles hilos de un destino no le simpatisaba. Escuchar aquella advertencia estuvo a punto de hacerle realizar el acto contrario, pero no era ningún idota, por mucho que se rebelara ante distintas cosas intuía la seriedad de lo que enfrentaba.

Asintió, y se tapo ambas orejas con sus manos, mientras su mirada quedaba férreamente prendada en Rossiel, dedicándole una epresión de anhelo, calido y tortuoso por no poder hacer nada.

- Por favor que no termine así- rogaba en su fuero interno.

Sus dedos se movieron cada vez mas rapido mientras un gas de luz comenzaba a rodear el cuerpo del Angel caido incrustandose lentamente en sus alas de disntito color para comenzar a crearle heridad

"El sonido puede ser el peor arma..."

Dijo en su mento para que resonara en la de Yoru mientras se colocaba tras el humano para evitar que la luz carcomiera la luz de este ya que algo nunca, nunca haria Shin seria dañar algo que sea importante para Rossiel
La luz suavemente comenzo a rodear al anegl que estiro sus alas para rodear el cuerpo del humano mientras los gases se dirigian de forma descontrolada hacia el cristal oscuro como si fuese un leon apunto de agarrar a su cebra y el Angel abrio sus ojos de forma lenta para cambiar la melodia a una mas lenta y melancolica

"Desde ahora...procura no soltarte de mi"

Por alguna extraña razon el cristal se rompio con fuerza mientras el gas de luz absorvia a la oscuridad que yacia en el otro lado de la habitacion pero aun asi no eran capaces de acercarce a Rossiel ya que este comenzo a retroceder en el tiempo
Shin bajo la flauta mientras afirmaba el cuerpo ajeno para decir con expresion seria

"Como lo sospeche...esto realmente no es un sueño mas bien...estamos en los recuerdos perdidos del Demonio"

Escucha esa voz en su cabeza dirigiendo sus claros ojos sobre aquel individuo, aún no le entiende, pero se siente agradecido por entender que le esta ayudando, que es la fuerza de él la que le esta dando la oportunidad de ver a Rossiel, de intentar llevarlo de regreso desde el olvido. Pero no es gratuito para aquel, ese gas fluorescente lo daña, a costa de proteger al muchacho de plateados cabellos, aún a costa de lastimar esas preciosas alas continuo haciéndolo. Ante tal impotencia Yoru mordió la parte interna de su mejilla provocando un corte en ella, necesitaba distraer aquella desagradable sensación con el dolor.

Vio el cristal que cedía, aproximándose al cuerpo del ángel caído como este le había indicado, con la idea de que lo único que podía hacer en esos momentos era confiar en él, pero le acababa de dar una prueba para hacerlo sin dudas, así que asintió ante las palabras de él con seguridad.

Miro a su querido demonio nuevamente, alejándose, mientras sentía la necesidad de gritar para detenerlo, mientras veía que aquel de largos cabellos negros le hablaba nuevamente, un sueño... no recuerdos.

¿Qué podemos hacer?- le pregunto con su penetrante mirada, antes de buscar a aquel ser tan importante con su irada, con la angustia en la garganta, y la respiración algo difícil de realizar.

"Rossiel-sama, Eros-sama desaparecio...no me mire de esa forma por que yo no le atacare...-la sangre rodea el piso- no me arrepentire...solo debemos ayudar a Eros-sama....-cae al suelo mientra agonizante bota sangre por su boca- Esto...no es bueno"

"Mierda..."

Susurro Shin mientras trataba de tocar sus heridas alas mas el dolor no le dejaba y rapidamente tapo los ojos del peli plateado para que no viera aquel recuerdo, el recuerdo de cuando Rossiel habia renegado de su propia existencia borrando por completo el dolor y dejandolo sobre los hombros del angel caido mas...Shin no le odiaba por el contrario, sentia que debia protegerle ya que Rossiel solamente era el culpable de dejarse manejar por aquel el cual confiaba un 100%
Depronto la sangre comenzo a fluir por la boca de Shin como si estubiera reviviendo el dolor de auqel momento en su cuerpo y susurro cayendo arrodillado al suelo

"Silence..."

Y la esena cambio hacia la de un rossiel que yacia en shock viendo como el cuerpo de su demoniaca madre era consumido por uno de los perros del infierno

"Lo siento....-susurro Shin mientras trataba de evitar que la sangre saliera por entre su boca- pero Rossiel debe recordarlo todo..."

-La sangre de su madre recorrio el cuerpo del demoniaco joven que yacia arrodillado ante la figura de su imponente padre que le miraba con odio, el odio que habia sido creado por el mismo para manejar a los humanos y le habia consumido por completo
Shin estiro la mano para moverla hacia un lado con rapidez haciendo que una venda apareciera en los ojos del pequeño rossiel y susurro

"Puedes recordar y escuchar...pero puedo evitar que veas"

Ya no es necesario decir nada todo el dolor y el sufrimiento de una de las partes de los recuerdos de aquel dmeonio comenzaban a desaparecer por culpa de la oscuridad que les rodeaba
Shin estiro su mano para alcanzar el cuerpo del demonio que yacia tan poderoso a unos metros de su cuerpo pero la dejo caer de forma suave hacia el piso sin decir absolutamente nada, si, aquel sueño entristecedor en el que estaba sumergido aquel demonio habia llegado por unos instantes a su fin peor eso no sigficaba que los recuerdos que yacian intactos en la mente del Angel desaparecieran

Sus ojos se abren con rapidez mientras sujetaba las cobijas de su cama que le abrigaban del frio entristesedor de su soledad y se llevo la mano hacia la cabeza mientras recuperaba la calma en la respiracion, su cuerpo yacia humedo por la traspiracion mientras que adolorido por alguna extraña razon se sienta en la cama dejando caer la camisa que yacia desabotonada

"Maldicion..."

susurro el angel mientras abrazaba sus piernas como simbolo de desesperacion aquel ser sin expresiones por primera vez en siglos comenzaba a demostrar su frustacion en su rostro, depronto, siente que en su mano yacia una extraña tela de suave tacto y la observa fijamente para darse cuenta que esta no era nada mas ni nada menos que la venda con la cual habia tapado la vista del pequeño demonio y despues de un momento de pensar una lagrima de sangre le recorrio el rostro haciendo que la temblorosa mano de Shin llevara la venda a sus labios para besarla cerrando los ojos
Aquel estado de transicion le habia dejado descolocado sin haberse dado cuenta habia conversado e interactuado con el ser al cual buscaba de forma desesperada y asi rapidamente se levanto de la cama para colocarse sus atuendos "ceremoniales" de exorcista y mirar por la ventana como el viento hacia que las copas de los arboles se azotaran uno contra el otro, entrecerro los ojos para colocar la espada en su espalda mientras pensaba

"Es tiempo...del cuarto encuentro"

y como si la luz le rodeara lentamente el cuerpo lugubre del Angel adolorido comenzo a desvanecerse similando a la oscuridad cuando es rodeada por la luz

Vio como aquellas alas que lo habían rodeado se teñían de carmín por las heridas sufridas, mientras de esos labios prácticamente desconocidos salía esa queja, no lastimera, pero queja al fin y al cabo, tratando de extender sus propios dedos pero antes de llegar a hacer algo sus ojos fueron cubiertos, intentando de reprimir su primer impulso de resistirse, ya que se acordaba lo que aquel había dicho, se encontraban en las memorias de Rossiel, y por mucho que le amara, no era correcto ver algo de este sino era por expresa voluntad de él.

Este ángel… que profundos motivos tendrá para todo esto- pensaba en aquella oscuridad.

Solo podía sentir el dolor y la confusión de aquel ambiente que le rodeaba, resonando en su interior el dolor de aquel demonio, reconocía esa vaga sensación más profunda que la simple empatía, que le hablaba del padecimiento de él. Tenía que luchar consigo mismo por no abandonar el refugió que se le había proporcionado, ya que sabía que no era de ninguna ayuda si solo intentaba abalanzarse sin medir las consecuencias, así era conciente del sabor a sangre en su boca producto de la herida que se había auto infringido.

S cuerpo se tenso por completo al escuchar esas disculpas, mientras su cuerpo tiembla de impotencia, teniendo que soportar la ignorancia, y la desesperación. Y entonces sintió como todo se tambaleo a su alrededor, mientras seguían en pie, el despliegue de aquel oscuro poder que ya conocía hizo que su corazón se encogiera, y escucha aquella frase de esa voz que se había gravado a fuego en su memoria.

-...ya es suficiente…

¿Qué significaba eso? Corrió su rostro para liberarse parcialmente de ese impedimento en su visión, mientras distinguiendo como Rossiel se desvanece y esa gota de desprende de uno de sus ojos, sintiendo nuevamente ese frío vació, y conmoción. Cerro los ojos con fuerza obligándose a retener todo aquello en su ser.

- ¿Cómo va a estar? ¿Cómo estas?- trato de preguntar por quien se había retirado, y por el propio ángel herido, pero al abrir sus ojos se encontraba de regreso en su habitación, solo con su amargura se pregunto que podía hacer un patetico ser humano.


CONTINUA EN HABITACION DEL DIABLO (CUARTO ENCUENTRO)