Perdido - Libre.

Corria aceleradamente por los pasillos, aprisa...no queria que le atraparan, no recordaba como habia acabado en algo como esto, como habia terminado en algo asi por el simple echo de haber salido de noche al patio central del internado, era demaciado que esos monstruos de caninos que tenia el director de cuidadores le quisieran arrebatar algo mas que solo prendas, es mas le querian deborar si le atrapaban, ese seria el resultado de un tonto estudiante que habia salido a tomar aire.

Se interno en el primer edificio que vio, subiendo las escaleras a prisa...sentia que en cualquier momento se tropesaria y caeria al suelo de golpe. LLegando hasta el final de los escalones, se encontro con dos pasillos diferentes, sin pensar en nada tomo el primero que su mente logro precesar aun corriendo a prisa, el final despues de varios minutos se asomo una puerta de dos hojas, tan grande de una madera tan resistente que hasta ella se veia de temer. Las patas de esos caninos aun se sentian como subian a toda prisa por las escaleras, querian comerselo, devorarlo , saciar el deseo de carne humana tan fresca como la suya y de un brusco golpe empujo la puerta abriendose esta de par en par.

El cuarto se veia tan oscuro, sombrio, aterrador...se quedo parado en medio y volvio a recordar a los enormes perros por lo que se devolvio a cerrar la puerta con afan, volteandose con la respiracion agitada, intentando mirar a su alrededor para saber donde se habia metido ahora.

-...y ahora...-musito confundido.

Que bella noche hacia acto de su gloriosa presencia, fumando un cigarrilo el cual humeaba serenamente en un cenicero de cristal, todo era explendido y pronto las cosas serian mucho mejor. sonrio de medio lado con un rojizo tono en sus ojos...un maldito demonio era, el unico de todos los de su especie se le habia ocurrido crear su propio jardin de bellas rosas juveniles para hacer lo que quisiera con ellas cada vez que se antojara. Con las manos juntas ascendentemente, cruzo sus dedos siendo dueño de las peores ideas para sus lindos alumnos, Pero alguien irumpió su mundo, sin moverse de su silla...miro cada detalle que el itruso hacia dentro de su despacho, el ruido de sus propios canes le habia informado que uno de sus dulces niños se habia tratado de escapar ¡¡Imperdonable!!...eso era digno de ser castigado, ahora que ya sabia de quien se trataba esta vez, sonrio cruelmente ante el confundido.
- si vienes hasta mi despacho de esa forma - la silla giro abruptamente, mostrando a Rossiel ante el joven - seras cruelmente castigado - con su aura maligna tan habitual que suele mostrar, se levanta, aproximandose a el con la vista fija en su presa. Parando en seco delante del alumno.

Iba a echarse hacia atras, pero esa increible presencia se lo impidio ¿como era posible que alguien te hiciera sentir asi con solo mirarte?...era un sentimiento tan extraño, temor, sensualidad, poder....dicifil de describir con tanta seguridad si recien habia entablado una charla con el, le habia visto ya y sabia claramente que el era el director del internado mas nunca penso encontrarse con el cara a cara tan rapido.

-...yo....yo sali a tomar un po-poco de aire...- totalmente nervioso por la cercania de ese hombre, si hubiera podido ya estaria corriendo por algun otro pasillo, pero afuera estaban sus otros enemigos, aquellos malditos caninos que esperaban para comerle, no, preferia tratar con el a que salir allá afuera con semejante peligro...claro, estaba la duda de quien era mas peligroso ¿los caninos o el Director?...ese le hizo estremecer, si estaba elijiendo a la bestia equivocada tarde o temprano se daria cuenta, arrepintiendose por el resto de su vida. Se inclino levemente en señal de disculpa.

-...disculpeme...yo no queria entrar de esa for-forma a su oficina...- aun con el rostro en vista al suelo -...aceptare el castigo que me sea impuesto Director...- cerro los ojos esperando, no, mejor dicho implorando a todos los dioses que este le dejara marchar asi como asi.

¿que aceptaria cualquier castigo?...vaya este chico si que no conocia los castigos que se imponian en este lugar, aun asi, que fuera tan inocente era algo que le hacia mucha gracia, siempre tan confiados de los adultos, creen y se entregan plenamente a las mentes perdidas como la suya, adorable. Tomo del menton del joven, levantando un tercio para que volviera a mirarle, impeccionando cada rastro de la tanta belleza que en él habia -...asi que acataras cualquier clase castigo que yo te imponga...- comento con mas crueldad que antes, sus ojos enrojecieron ante la idea que se habia forjado en su mente. Con su mano en el menton, le empujo hacia atrás hasta impactarlo contra la pared -..espero que seas resistente...- sentencio con su habitual tono de voz.

Sus cuerpo no reaccionaba a tomar por la mas rapida de las iniciativas "escapar" aunque lo deseara, sus pies solo obedecian al hombre frente a el que le empujaron bruscamente hasta sentir como la pared fria le paraba.

-...Director yo...yo no volvere a salir de mi habitacion...lo prometo...- asustado ni siquiera tenia el valor de mirarle, su cuerpo sintio un cruel remeson recorriendole por su espian dorsal al escuchar "espero seas resistente"....el hecho de no poder imaginar lo que le haria ya le hacia sentir mas nervioso, el temor inundo su mente dejandole helada la sangre y a la entera disposicion de su opositor.

Al ver el miedo enmarcado en su rostro, le solto caminando a su escritorio donde abrio un cajón, sonriendo sadicamente....tomo unas esposas que le habia quitado un maestro a uno de los jovenes nuevos, algun oficio debian tener esas cosas si se iban a refujiar en su escritorio ¿no?...volvio a caminar hasta el joven, mostrandole con una de sus manos elevadas los que le sucederia, con rudeza tomo ambas muñecas y sujeto las esposas con firmeza.
-...bueno ahora sabremos que tan buen chico eres...- sentencio con crueldad en cada palabra que de sus labios salia. Tiro de estas mientras caminaba a la puerta con el chico tras el, jalandole para que le siguiera el paso.

Sentia un agudo dolor al ser esposado, eso no era normal en un internado, acaso este lugar estaba envuelto en miles de mentiras donde solo los mas cercanos a Rossiel sabian de todo esto?...no eso tenia que ser una vulgar mentira, aun tenia la esperanza de ser conducido hasta su cuarto donde pronto le soltaria y solo seria un escarmiento "el susto" de llevarlo de esa manera a quien sabe Dios donde. No fue capaz de oponerse y le siguio torpemente el paso aun sabiendo que no tenia idea de adonde iban realmente, tenia miedo y eso era algo que no podia negar pero debia continuar sumiso, mas porque ese hombre era el que lideraba este lugar.

Le observo con el rostro de medio lado, su mirada se perdia en aquellla "victima", era su maldita primera victima, pero no podia esperar a hacer sufrir a las muchas otras que en el futuro vendrian, todas y cada una de esas almas caerian en sus manos, el era el amo en este lugar con el nombre de "Director", algo que no le interesaba mucho...el estatus dentro de la putrida humanidad, no era algo que le llamase la atencion, claro, ahora era importante tenerla, era la unica manera de que sus juguetes cayeran enredados por el poder que internado ejercia dentro de un alto estatus social.

-...te enseñare a ser mas obediente...- sentecio caminando por el pasillo, tenia claro donde le llevaria, algo que ese niño no tenia idea, pero siempre la sorpresa seria mas digna de elojiar que el saber de su destino...aun jalandole de las esposas metalicas, imponente como siempre, teniendo el pleno control sobre ese "chiquillo"

TERMINADO¡¡¡ CONTINUACION "LUGAR DE LA PERDICION"