Tras las clases -priv-

Estaba bastante oscuro, y Michael se había perdido… si claro, todo era parte de algún juego torcido de su mente seguramente. No esperaba encontrar a nadie a esas horas, menos en aquella oscuridad, pero efectivamente alguien le había escuchado y peor, había saludado… sería mejor responder a fin de cuentas podría decir que estaba perdido y esperaba que le creyeran. Dio algunos pasos pero por culpa de la densa oscuridad se tropezó, haciendo un gran estruendo en su trayectoria para terminar estampado contra la pared, con sus piernas en lo alto.

- Agh Maldi…mmm… estoy bien, no se preocupe-

Exclamo en un tono de voz bastante alto, pues no estaba seguro que tanto había recorrido. Lentamente fue bajando las piernas, para apoyarse en sus manos y levantarse con cuidado, al menos erguirse para dar presencia – Auhh… quien a estas horas sigue despierto en el internado?! Es… creo que esta contra las reglas… ahh muy bien Michael acabas de auto-culparte tu mismo- era una suerte que solo era un pensamiento de momento, el cual esfumo dando algunos movimientos con su cabeza, meciendo sus cabellos en el proceso.

- Disculpe, la verdad no veo claramente nada… y no estoy seguro de donde estoy o con quien hablo… le importaría presentarse…-

Hablaba un tanto apenado, bueno la idea era dar “lastima” y no ser rebelde justamente ahora, considerando que noches atrás había escuchado algunos gritos y gemidos de dolor y placer, tal vez, pero que definitivamente no quería experimentar. Comenzó a caminar tanteando el lugar, extendiendo sus brazos y manos mientras caminaba a oscuras, hasta sentir lo que podría ser el rostro de alguien, tocando finamente con la punta de sus dedos.

- S-soy Michael… un estudiante del internado-

Termino por presentarse el mismo, pues acababa de recordar que no solo no se había presentado, si no que además estaba tocando el rostro de alguien o algo, y la verdad… era quizás ya demasiada confianza para una cita a “ciegas”. Dejo de tocar aquel rostro, guardando sus manos en los bolsillos, y esperando una respuesta, aunque se estaba comenzando a sentir cual liebre atrapada, pues no lograba ver nada, mientras que la otra persona parecía tener sentidos bastante agudos pues reconoció claramente su llegada – Por favor… que no sea nada mortal, que no sea nada mortal…- aunque si en algo era bueno Michael era en ocultar hasta su peor temor, pues incluso su rostro mostraba serenidad y calma, aunque quizás algo de amargura.

-sus pensamientos se extinguieron en esos momentos, estaba ahi, sentado en la mesa del maestro con los ojos cerrados, sus cabellos caian por su rostro y el reflejo de las gafas ocultaba el indecente brillo de sus ojos, sus brazos se habian cruzado y habria seguido asi toda la noche, hasta el sabado donde se iria a su habitacion para poder dormir, descansar, sentirse mas util, el hecho de que supiera como pasar las horas en la oscuridad y en el silencio..una voz le saco de su ensimiasmiento, de su mente, los pensamientos se nublaron...¿que? ¿un alumno? ¿que hacia a..? se sintio un poco culpable cuando al principio decidio no hablar y esperar a que se fuera, pero el hecho de escucharle con esa debilidad..suspiro al levantarse, al parecer el hecho de escuchar pasos..intento con las manos alargarlas, para capturar al muchacho- si..hay alguien aqui, michael, no te asustes soy el profesor de ingles..espera

-un poco frustrado intento sostener al muchacho, al fin lo encontro y le sostuvo entre las manos, aunque al parecer michael era mucho mas corpulento y mas alto que el profesor y la figura de alexander era delicada, como si fuera una de las mujeres al final sostuvo con la mano enredando sus dedos con los del muchacho guiandole hacia el interruptor, al principio golpeandose incluso, apegando su cuerpo al del alumno, justo en el instante que habia encendido la luz, sus mejillas se acaloraron al observar su sojos y finalmente se alejo, con un sonrojo debil- michael...¿Verdad? ah..se puede saber que hace aqui tan tarde..¿se le ha olvidado algo?

-al principio se preocupo, alexander no iba mas que vestido con una camisa apegada y unos pantalones negros de los que golpeaba un cinturon semi-caido, se alejo al principio de la figura de michael, sintio que su cuerpo estaba delicado, y no deseaba exponerse como "lo que lo veian los demas" un hombre bastante delicado y con una apariencia afeminada, delicada e inocente..sus gafas se habian caido y el color de sus ojos parecia verse expuesto, no las necesitaba pero ahora las habia perdido, se arrodillo unos segundos para colocarselas..era viernes y no tenia excusa, seria patetico decir que queria estar en el silencio...pero no tenia mas remedio asi que obligo a esconder su "verguenza" en una respuesta apresurada- si necesitas algo..por favor, hazmelo saber yo..iba ahora a cerrar el aula con las llaves..espero que si se te olvido algun libro..lo recogas..

No es que estuviera demasiado asustado, simplemente sabía que en las noches en este instituto se daba a muchas perturbaciones de las cuales no deseaba ser parte. Trato de calmarse pero pronto sintió aquellas manos tocándole, tratando de ser “diplomático” tomando las manos del profesor de ingles, hasta que este le guiara, aunque parecía que era bastante difícil el moverse entre la oscuridad y algunos obstáculos en el camino. Soltó un pequeño bufido, y entre acercamiento y acercamiento de cuerpos aprovechaba para tratar de ir definiendo a la persona – Bueno no parece ser de mi altura, ni mucho más fuerte que yo… tal vez no debería preocuparme tanto- esa fue su lógica del momento.

- Este salón a oscuras deja mucho que desear… ¿y por que nos tropezamos tanto?-

Fue un pensamiento que pensó en voz alta, a lo cual simplemente respondió con una sonrisa, a lo cual recordó que aun estaban a oscuras y fue una tontería, así que volvió a borrar aquella muestra de felicidad. Al fin pudieron encontrar aquel interruptor que lograría darles luz, pero fue demasiado rápido por lo cual Michael tuvo que cubrirse con las manos, soltando las del profesor, pues la luz le molestaba – Ahh… maldita sea, hoy todo ha ido bastante mal… bueno, supongo que podría ser pe--.- su monologo interno duro lo que una polilla contra un parabrisas, al ver al profesor Alexander, el cual traía poca ropa. Cabe destacar que Michael solo iba esa noche con una camiseta que dejaba ver sus brazos, y era algo ceñida, unos pantalones algo desgarrados que usaba más que nada para sus horas de estar en su cuarto, y un cinturón con una gran hebilla que mostraba un símbolo bastante extraño.

-Ehmm… yo…- no estaba seguro que decir o hacer, y no podía quitar su mirada del profesor de ingles, lo cual era bastante… inusual. Paso su mano derecha por su nuca, riendo algo nervioso para luego asentir levemente y caminar en dirección a una de las bancas – Si, creo haber dejado un libro por aquí… disculpe las molestias, profesor Alexander-


Examino un momento el lugar, buscando el susodicho libro, el cual realmente no había perdido pero era una excusa. Comenzó a buscar, ponerse de cuclillas, gatear, casi todo para al final fingir una negación y suspirar cansado, negando con el rostro, mostrando un rostro un tanto triste.

- Creo que no esta por aquí… en cualquier caso, muchas gracias por su paciencia profesor Alexander, no le quitare más tiempo-

Tratando de parecer lo menos interesado en aquella persona – Veamos que recuerdo del profesor Alexander… si las malas lenguas son ciertas, debe dar ingles y efectivamente entra en la descripción que me dieron- mientras recordaba detenidamente a aquel hombre, con un cierto aspecto afeminado, y un cuerpo que podría ser bastante deseado entre muchos. Se encogió de hombros mientras se encaminaba hacía la puerta y la abría, haciendo un ademán con las manos, para darle paso al otro.

- Bueno ya que lo que busco no esta aquí y usted estaba por irse, creo que sería mejor hacernos compañía en nuestros caminos… la verdad detestaría que algo le sucediera y no me fió de las sombras en este internado, mucho menos cuando es de noche, entonces por favor, le pido que me permita acompañarle-

Si, Michael sabía como ser “bueno” a veces, y bastante caballeroso, además en realidad no tenía ninguna intención de irse solo por aquellos pasillos, no le daban confianza, mucho menos con las historias que había escuchado. Solo deseaba regresar sano y salvo al cuarto… al de él o al del profesor, pero al cuarto en cualquier caso.

-En algun momento la calma del profesor parecía un hecho frustrado, ya que en camino parecíase que su cuerpo no paraba de chocar contra el del alumno, bueno no seria mucho de lamentar si fuera alguien mas fórnido o al menos mas musculado habría causado un choque entre titanes más ese no parecía ser el caso, había chocado algunas veces y ese hecho había sacado un sonrojo de sus mejillas, hubiera sido mas fácil esquivar el cuerpo del alumno e ir a encender la luz se habría gastado menso saliva, menos esfuerzo y habría tenido algo mas de dignidad, aun cuando ese no era el caso ahora se veía y al parecer había molestado al alumno cuando había chocado de esa forma- losiento..por los golpes que he causado

-musitó algo débil aunque realmente no deseaba mostrar ese lado suyo, le habían repetido miles de veces que debía de imponerse, una vez encendido el interruptor los ojos del profesor observaron al joven, y se descubrió el mismo con un sonrojo, era bastante atractivo, y desgraciadamente se había topado con un alumno que era más alto que el..bueno, las expectativas que había de que eso ocurriera eran demasiado altas ya que el 70% sino el 80% de la población del internado podía superar en altura al profesor-

Si..-menciono sin venir a cuento, el aspecto del profesor inconscientemente había alcanzado eso que muchos llaman, estupidez momentánea, aun había permanecido con las orbes, de un color como siempre mixto, debido a aquel accidente que sufrió de pequeño nunca se podía averiguar que color podía poseer, verdes, azul..una mezcla entre ambas, recapituló lo que habría de decir, vamos, era un alumno que mal podía hacer, lo único malo es que el cuerpo de Alexander

parecía reaccionar de otra manera más hormonal, su piel había producido un erizamiento invisible producto de aquella vista tan..¿hermosa? aunque su mente, seguía observando al joven y las manos del rubio caian sobre sus cabellos, se había colocado mejor las gafas, ocultando sus ojos, ahora el obstáculo a eliminar eran los cabellos que cual cascada rubia caían sobre su espalda y moldeaban sus caderas tras alejarlos al menos de su rostro espero pacientemente a que se hiciera con el libro- oh no, no pasa nada supongo que habría sido en otro aula

-una sonrisa nuevamente o al menos la primera que le había dedicado había ocasionado una excelente combinación, ya que había claro esta iluminado su rostro, a punto estaba de salir junto a Michael hasta que aquellas palabras, le hicieron parpadear algo mas sonrojado, normalmente esperaría a Salir con algún profesor, pero en esos momentos todos estarían pasándolo bien como era normal en su viernes y el único sin plan…- si..gracias, pero no deseo que le ocurra nada a un alumno, sería mejor que te acompañe a tu cuarto, de todas formas esta cerca del de maestros

-un pensamiento fulgurante, débil había pasado en su mente, quería que aquel joven le acompañara a su cuarto, entonces la mente antes inocente empezó a recordar pensamientos sobre algunos profesores o mejor dicho palabras que había escuchado sobre “la resistencia” de los alumnos, había escuchado escandalizado..una sonrisa torpe salió de su boca, al darse cuenta la aparto de sus labios-Bueno..entonces, vamonos..

-sus manos, suaves e un tacto delicado se posicionaron en la espalda del muchacho para apartarle con cuidado, disimulo y una vez fuera de la sala apago las luces de nuevo para que el unico eco que se escuchase ahora fuera el de la llave al cerrar la puerta aún recriminandose mentalmente "alexander, es tu alumno deja de pensar eso"-

Había que admitir que el profesor de ingles era ciertamente una visión para los ojos de muchos, pero debía tratar de centrarse y no parecer tan interesado, aquellas muestras de “debilidad” podían significar la muerte de cualquier en este instituto – Aunque no parece estar hecho para la maldad, de hecho se ve casi… honrado, pero aun no debería confiar, no se de que es capaz- aquellas historias que había escuchado de otros jóvenes en el internado le tenían algo preocupado, pero no estaba dispuesto a dejarse engañar.

Espero al profesor para luego salir el mismo de la habitación, y observar como cerraba con llave aquella aula. Bastante precavido era Alexander, lo cual le daba la sensación de calma y serenidad, y casi podía relajarse. Respiro profundo, llevando su mano a su pecho, como si estuviera liberando una gran presión de su pecho - ¿Por qué me siento tan amenazado? Si es un simple profesor… no tiene nada de peculiar en él…- se quedo un momento pensando hasta que Alexander, se dio la vuelta para comenzar a caminar.

- Descuide se cuidarme solo… aunque no rechazare la compañía de nadie, menos en esta noche solitaria…-

Se acercó un momento al profesor, efectivamente era bastante más alto que aquel hombre con cuerpo delicado. Le miro un momento antes de alzar su mano derecha y tomar un lado de las gafas para acomodarlas mejor, y luego pasar sus dedos por los cabellos lisos y sedosos de Alexander, colocando los mechones rebeldes detrás de aquella oreja, sintiendo en el proceso la delicada piel. Sonrió luego de esa acción un tanto nervioso, no estaba seguro si la acción que acababa de hacer se vería mal a los ojos del rubio.

- Mejor así… se pueden admirar mucho mejor los colores de tan peculiares ojos... y hermosos si me permite el atrevimiento-

Comentó casi en un susurro, pero asegurándose que el otro escuchara. Le toco suavemente el hombro para comenzar a caminar, atravesando pasillos, columnas, observando puertas y ventanas, parecía que haría una fría noche, o al menos las nubes delataban que llovería muy pronto. Se llevo sus manos alrededor de sus brazos, abrazándose a si mismo por un momento, haciendo leves movimientos para obtener calor, ya que solo llevaba una camiseta para ese momento.

- Parece que hará frío esta noche, esperemos no sea un mal presagio aunque seguramente con usted cerca no creo que demonio alguno se acerque a nosotros, no soportan estar tan cerca de personas tan gentiles-

Hablo algo serio pero no severo, ladeando el rostro para ver a Alexander y dedicarle una pequeña sonrisa. La cual se borro rápidamente y volvía su mirada al frente, definitivamente aquella noche sería de todo menos aburrida o calida… al menos eso pensaba Michael.

-estaba inquieto algo le decia que debia de estarlo, es mas sin saber como habia llegado el momento su mente ahora no se distraia en michael o en vanas palabras como su cuerpo o quizas el aroma que desprendia, debia de reconocer que ese aroma del muchacho era indescriptible, alexander ironicamente era el unico que olia a azahar y jazmin, flores de fragancias innombrables ya que eran tan dulces como peligrosas para el humano, el olor se centraba en sus cabellos y en la zona de su cuello y hombros, al fin habia encontrado la paz en la "oscuridad" por decirlo de una forma ya que la unica luz que habia se trataba de unos faroles, el internado en si por las noches daba un aspecto tétrico de las casas que usualmente se usaban en las ferias, unos faroles y lo demas oscuridad..incluso a menudo cuando tenia que vigilar a los pasillos en la noche tenia demasiado miedo, ahora, debia de mantenerse por el bien de su "dignidad"- se que sabe cuidarse solo..

-"seguramente mejor que yo"- pensó ironicamente cuando coloco la llave en la zona de su spantalones, se abultaba aquel bolsillo indicando no solo la presencia de las llaves del aula de ingles, en ella tambien guardaba las llaves de su habitacion, pasaron varios segundos, pero que para el mayor fueron minutos- pero es bueno tener compañia en estos pasillos en las no...

-sus palabras cesaron, sus ojos se abrieron "calma, calma" esos eran sus pensamientos al sentir la cercania de aquel hombre, alexander elevo la mirada algo torpe cuando sus gafas fueron acomodadas..¿cuando se desacomodaron? ni el mismo habia caido en la cuenta de cuando sucedio tal cosa, solo parecia escuchar la respiracion..fulgural, efimeramente cerro los ojos sintiendo aquella caricia, nadie le habia acariciado asi en mucho tiempo y no era de extrañar que las manos de michael, masculinas, como asi bastante delicadas tambien, le acariciasen, un roce casual claro esta no tenia que pensar en otra cosa- odio..odio mis ojos

-musito cuando bajo la mirada y la elevo hacia el pasillo, en verdad habia ocurrido una vez un accidente en el orfanato, antes no tenia los ojos de ese color y gracias a que pudieron hacer los medicos ese milagro..dejo de pensar en eso, que mas daba, mientras el eco de sus pasos de sus pisadas fue suficiente, hacia un poco de frio, y en las ventanas el olor de la humedad dejaba un eco bastante maligno, lloveria demasiado- a-ah m-michael?

-tartamudeo incluso sin poder darse cuenta, sus ojos se habian elevado cuando se encontro a si mismo con la mejilla casi posada en los hombros del muchacho, y con la mano derecha, presionada entre sus brazos intentando no posarse en el pecho de michael, sino que se posiciono en su propio torso, suspiro al observarle..debia de tener demasiado frio si actuaba de esa forma, acaricio debil los brazos de michael en un acto tierno- vamos..creo que si aceleramos el paso..llegaremos mas rapido

Efectivamente estaba haciendo demasiado frío ya, pero por su suerte, o desgracia Alexander toco levemente su hombro, sintiendo aquel calor corporal que tanto le hacía falta, aunque pudo controlarse para no tirarse enzima, o pedir por un abrazo. Simplemente continuo caminando, esperando a que el profesor acelerara el paso para él ir tras de aquel hombre de estatura algo pequeña.

Escucho aquella descripción despectiva de sus ojos, y sin poder evitarle mucho más, le callo colocando su dedo índice en los labios, deteniéndose y colocándose en frente de él, alzándole por el mentón, una sonrisa pequeña se formo en su rostro, acercando su rostro al del otro, observándole con sus ojos avellana. Al terminar negó con el rostro y le dio un pequeño roce en la mejilla.

- No veo nada horrible en ellos, ni razones para no gustarle a nadie… de hecho creo que son bastante únicos, pues sus colores no se definen del todo, cambiando como la marea del océano, tal vez sean tan intrincados como su dueño-

Y dicho esto le soltó el mentón, volviendo a su paso de antes, haciéndole un movimiento con el rostro para que se moviera junto con él y no se quedara atrás – Michael creo que estas exagerando tu confianza recuerda que él es un profesor y tu un alumno…- aunque de alguna manera, Alexander parecía hacer salir un lado caballeroso en Michael.

- No estoy seguro por donde es… me temo que no se el camino a mi habitación de noche o al menos no reconozco nada de lo que veo aquí-

Se estaba comenzado a preocupar, no había escuchado nada de que el internado cambiara su estructura de noche, pero realmente no tenía la menor idea de donde estaba parado, simplemente estaba caminando prestando más atención al profesor que por donde caminaba – Bueno creo que estoy perdido… esperemos no estar con el enemigo- miró un momento a su alrededor, termino por suspirar pesado al ver que no lograba orientarse.

- Yo… creo que dependo de usted para guiarme por ahora, aunque preferiría apresurarnos, ya comienzo a sentir demasiado frío-

Se dio la vuelta para decir aquello, algo apenado pero no dejaba de mostrar su lado sereno y casi severo de casi siempre. Aunque admitir que estaba perdido no era de sus mejores ideas, ni se sentía mucho mejor por haberlo dicho. El viendo gélido soplaba por entre algunas ventanas abiertas, dando en el pecho de Michael y en su rostro, agitando suavemente sus cabellos, aunque obligándole a dar un pequeño temblor, ya que su cuerpo buscaba maneras de calentarse.

- Profesor Alexander… ¿puede decirme exactamente que sucede en este internado? A veces se escuchan voces en las noches por estos pasillos y algunos maestros tienen… esa mirada ciertamente perversa, la verdad no me agrada mucho eso-

Bueno era tiempo de descubrir lo que sucedía en este internado, o al menos preguntarle a alguien que pudiera saber o tener una remota idea de lo que se resguardaba tras estas paredes. Por supuesto que no esperaba que él supiera demasiado, pero con darle un pista podría intentar investigar.

-sus acciones, aunque cohibidas continuaban en las caricias sabia que en el internado por las noches extrañamente la temperatura bajaba de pronto, como si se encontrasen en un desierto no importaba que fuera comienzos de verano o quizas entrados en invierno e incluso en invierno sería mucho peor, las manos de alexander fragiles y aun cuando no pudieran abarcar todo el brazo de michael procuraba darle calor como hacian normalmente las monjas en el horfanato que habia estado, froto habilmente la piel de michael, hasta detenerse sobre sus hombros, cuando se sorprendio aquel acto..¿sus ojos..? ¿hermosos..? un pequeño temblo parecido a un choque de respuestas que se habia formado de su cuerpo con aquel roce en sus labios..en su menton, hacia tiempo que nadie..bueno, nadie le habia tocado con esa "ternura" no diría ternura sino con firmeza, le gustaba esa sensacion de sentirse en cierto modo protegido aunque ahora fuera una tonteria y no viniera al cuento sus pensamientos- No me..gustan por un suceso del pasado..¿de verdad te..gustan? no se porque, para mi son algo feos

-parpadeo cuando le hizo aquella señal, en ese momento cuando docilmente se dirigio a seguirle la pista se pregunto que era lo que pasaba y en cierto modo porque actuaba asi, de todos modos por mucho que quisiera no tendria la fuerza suficiente para doblegar el encanto de michael..¿no sabia donde estaba? ¿como habria llegado a..? se callo de pronto esos pensamientos, acudia todos los dias a clase y bueno el hecho de que no le hubiera visto en su clase..observo al muchacho, en un par de minutos parecia estar viviendo una pelicula de terror, agradecio el hecho de encontrar ese ascensor que pronto les llevaría al cuarto de alexander..- bien...aqui, esta el ascensor..

-agradeció la esférica luz, el tacto de la misma, como le proporcionaba un débil calor..en ese instante el ascensor se abrió, odiaba los espacios cerrados y casi siempre usaba las escaleras pero a juzgar por la oscuridad y el hecho del frio, ademas de que.."no no vas solo" se penso asi mismo o mejor dicho se descubrió pensando en eso..sus manos inconscientemente empezaron un camino hacia su propio cuello presionándolo- michael..por aquí creo que llegaremos antes..como dices, es mejor alejarse de las sombras del internado -con una sonrisa cálida, no, no sabia lo de las voces, tampoco parecia importarle demasiado, su cuerpo se acomodo en el ascensor con la espalda pegada a la pared, habia un espejo que al parecer aseguraba la visión de ambos, tomo sin pensarlo a michael por la camisa, y apegarle a su cuerpo..¿su cuerpo? si, le apegó en el instante que pulsaba el boton y el ascensor cerraba sus puertas..- lo...siento..-cohibido, mirando hacia la derecha, al soltarle y sonreir callado, esperando a que el ascensor llegara a su rumbo-

El momento fue bastante extraño, aunque siguió al profesor hasta un ascensor que parecía llevarlos a las habitaciones, lo cual en cierta manera lo agradecía pues se sentiría más seguro ahí, aunque por otro lado, sería un lugar cerrado, con poca ventilación y que con cortar las cuerdas todos morirían fácilmente – Viéndolo desde ese punto no es algo tan… seguro- pensó para si mismo mientras entraba, aunque de un fuerte jalón fue metido en aquella caja de acero, apoyando sus brazos en la pared por reflejo, aunque estas impedían el movimiento de Alexander.

Quedó un instante cerca de él, casi fusionando ambos cuerpos. Sus orbes castañas recorrieron las facciones del rostro ajeno, observando de manera más detallada aquellos ojos. Le tomo un tiempo darse cuenta de la cercanía, no era algo que le incomodara pero Alexander no se veía tan cómodo como él, así que trato de alejarse, no sin antes acercar más su rostro y sonreír.

- Porque me gusta la mirada sincera que se alberga en ellos, porque sus colores llaman a mis ojos obligándoles a mirarte… porque adornan tu rostro de una manera difícil de describir, por eso es que me gustan-

Aunque por un momento se vio tentado a juntar sus labios con los del otro, pero era necesario mantener la compostura. Logro alejarse lentamente para marcar el número del piso al que supuestamente iban, al menos eso creía Michael. Miró un segundo su alrededor, todo parecía estar bastante calmado – Mmmm al diablo con la compostura!- pensó gratamente antes de darse la vuelta, tomar por los hombros al profesor de ingles, y pegarlo contra la pared un poco más.

Acercó sus labios y sin mucho reproche le robo un beso, pero no cualquier beso, fue uno largo, gastando el aire que tenía en sus pulmones. Sus manos aferradas a los brazos del otro, levantándolo un poco del suelo, sus labios juntos, que parecían querer devorar los de Alexander. Pronto probó la saliva del otro cuerpo conjunto, introduciendo su lengua en aquella cavidad bucal. Fue un momento que ciertamente deseaba auque quizás algo apresurado, recordó con quien estaba, alejándose algo acelerado y soltando sus brazos, dando la vuelta para no mostrar cierta vergüenza en su rostro.

- Lo siento yo… no tengo excusa alguna para mis acciones, discúlpeme profesor-

Bueno era simplemente una disculpa de la boca para afuera, pues realmente no se lamentaba para nada aquel beso, pero debía parecer un poco reprochable esa situación para el otro, así que era mejor hacerle sentir algo alivianado al saber “admitir” la culpa el mismo. Luego de ese momento, se dio la vuelta lentamente, colocando su dedo índice en los labios del otro, acariciándolos suavemente.

- Aunque he de admitir que tus labios me han tentado demasiado…Alex… y me vi forzado a besarte-

Michael no era precisamente la persona mas coherente en estos casos, pero que se puede esperar de alguien como él, había hecho un gran esfuerzo para disculparse, y ahora quería tentar un poco más al profesor para ver hasta donde era capaz de llegar, si seguiría el juego o simplemente se quedaría un momento tranquilo.

-parecíase que todo estaba bien, o al menos el frio ya no amenazaba a ambos cuerpos, sino todo lo contrario podria decirse que hacia hasta calor, una calor asfixiante que se adentraba por aquel lugar, no, no era por el ascensor en si no por el cuerpo de michael que habiendo cortado todo movimiento del rubio solo le quedaba sentir su cuerpo, sus ojos voltearon disimuladamente al cuerpo del muchacho y es que con 1’65 de altura se quedaba bastante alejado de ese ideal de altura que debía de poseer la mayoría de los hombres, el silencio parecia ser lo que volvia a gobernar entre ellos, bueno, precisamente silencio no habia y ambos alientos habian buscado la intención de encontrarse, al primer acercamiento el cuerpo del rubio se áptero contra la pared para observar sus ojos, ¿Qué tonteria era esa? ¿se habia perdido sin mas en el color castaño de sus ojos? Abrio los labios para decir algo inteligente, todo se quedo en un suspiro al parpadear-por..por favor

-una risa nerviosa habia acudido a sus labios- no debes de exagerar a mi, bueno ah, dejemos el tema no creo que sea muy bueno seguir con, el asunto mejor pensemos que dentro de poco…-paro sus vocablos aunque poco a poco estos eran mas bajos, se habian encerrado en una especie de discurso mientras su mente estaba pensando, le iba a dejar ir a su cuerpo y dormir en el, mañana era sabado asi que habria tiempo de que encontrase a alguien o a algun alumno que le indicase con exactitud donde se encontraban las habitaciones o en cierto modo la habitación del castaño. Paseo los dedos por los cabellos rubios no habia suficiente espacio asi que sus dedos parecian como siempre anidar caricias no solo en su cuero cabelludo sino tambien en el torso de su compañero- podrás..estar con..migo en la habita..cion..

-torpeza, timidez, cohibición sus hombros habian sido tomados en posesion y lo unico decente que ocurria por su mente era que a lo mejor habia dicho algo malo o que le pediria que no le contase nada a ningún alumno, habia que recordar que el ser ayudado por un profesor y más alguien como alexander a algunos les parecia algo vergonzoso ya que aunque las habladurias siempre le exponian como una muñeca de porcelana no era muy querido en cuando se encerraba en su propio mundo- ¿m-ichael?

-su voz, se convirtió en un susurro cuando los labios se unieron, no negaría que deseo aquel contacto y que aun habian aparecido en su mente imágenes sobre los profesores diciendo cosas bochornosas y eroticas sobre alumnos, abrio los ojos e incluso las gafas parecieron alejarse y rozar el monticulo de su nariz, abrio sus labios en algun momento del beso cuando casi se asfixiaba por el hecho de sentir su lengua, era una asfixia placentera..no le importaba el hecho de asfixiarse si aquella lengua le recorria..de arriba a hacia abajo, como cierto aroma que ahora estaba flotando, un ahora a jazmin y azahar que siempre nacia de su cuello y sus hombros ahora semi-expuestos, cuando se alejo del beso lo unico que quedo fue la captura del aire..¿como, como se habia recuperado tan rapido? Alexander alejo rapidamente sus manos de su pecho y empezo a sostenerse las gafas, vamos, vamos era un alumno a que venia hacer esas tonterias- n-no paso na-da f-fue..

-no pudo explicar más, que fue, fue erotico o de otra perspectiva sería prohibido, eraprohibido, sus ojos se quedaron observando a los de michael..estaba hipnotizado en ese juego, abrio lentamente los labios para que el indice del alumno entrase en sus labios, no habia señal de dilatación en su garganta y sus labios a duras penas se partían antes vírgenes, ahora no tanto..podría haberse atrevido a más, pero las puertas del ascensor se abrieron tan rapido que de un tiron brusco alexander se golpeo la cabeza contra el espejo- ah..mgh siempre me ocurre lo mismo

-musito cuando se paso las manos por la cabeza, sonrojado como nunca, empezó a caminar aun mas rapido de lo que era costumbre, mientras cohibido salia al exterior tomando el aire que necesitaba, estaba tan viciado…la suerte, habia sido que el ascensor daba a un pasillo y en frente, se encontraba la puerta de alexander..- un..momento –murmuro torpe cuando empezo a meter la mano en los bolsillos para sacar las llaves-

Aquella voz cohibida, aquel cuerpo tembloroso, los ojos llamativos y sus movimientos, eran un aliciente para continuar con sus perversiones, le daban ideas en más de un sentido pero era mejor calmarse, recordaba que lo acaba de conocer, era un profesor y además amablemente le iba a dejar quedarse en su cuarto hasta el día siguiente, donde podría ver mejor y buscar su habitación para prepararse para el siguiente día.

El ascensor se detuvo en un gran golpe, que le obligo a Michael a apoyarse de la pared, y para su suerte no recibir daño alguno, pero no podría decirse lo mismo del profesor que pareció golpearse la cabeza con bastante fuerza. Trato de ayudarle pero al parecer se recupero rápidamente, y siguió su camino. Michael se quedo un momento pensativo en el ascensor, observando la oscuridad por un segundo - Tal vez se ha avergonzado… esperemos lo que suceda luego no le avergüence tanto, aunque su sonrojo es bastante admirable- pensó, dibujando una sonrisa en su rostro mientras comenzaba a caminar lentamente.

Guardo las manos en los bolsillos de su pantalón, caminando tranquilamente, escuchando el eco de sus pasos, y mirando de reojo a su alrededor. Todo parecía tan calmado, tan silencioso, todo era engullido por la oscuridad de nuevo, ya no estaban en el ascensor y no había una buena iluminación en los pasillos… quizás era para hacerlo más “acogedor” pensó para si mismo. Siguió hasta llegar a donde estaba Alexander, apoyando sus manos en el costado de la pared, suspirando un tanto cansado.

-No te preocupes, no tenemos prisa-

Dijo bastante serio, acercando el rostro a los cabellos del profesor, no por nada en especial, solo trataba de ver si había logrado hacerse daño con aquel golpe en el ascensor, aunque parecía estar bien. Sin embargo aquel olor a jazmín había atrapado su mente un momento, dejándole embelezado por unos segundos. Escucho el sonido de las cerraduras de la puerta abriéndose, tomando el pomo con su mano derecha y abriéndolo lentamente.

-Entonces… adelante, Alexander…-

Murmuro en un tono embelezado y algo seductor, tomando al profesor por los hombros suavemente y empujándolo un poco para que entrara de una buena vez. Cerró la puerta detrás de ellos y… como cualquier cazador que acababa de notar el punto débil de su presa, se abalanzo sobre él, abrazándolo por la espalda, sin dejarle escapar o moverse. Aparto los cabellos del cuello, el cual comenzó a besar y morder suavemente, aunque aun así dejaba pequeñas marcas de aquellas acciones.

- Me ha estado coqueteando toda la noche, profesor pervertido… y creo que se ha ganado mis respetos-

Musito en el oído del otro, lamiendo su lóbulo lentamente, sintiendo como se estremecía ante sus acciones. Sus manos le atraparon por la cintura, y una de estas se escabullo por las ropas del profesor, comenzando a levantar lentamente la tela de la camisa, exponiendo aquel torso blanco, buscando sentir la calidez de aquel cuerpo brotar por sus poros.

Continua aqui

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