Confesión Nocturna (privado)

mi reaccion era de miedo, no sabia por que estaba tan enojado zed, no habia hecho nada malo, no a proposito, cuando empeso a gritarme y me arrojo sobre el sofa mis ojos se llenaron de lagrimas, mi garganta tenia un nudo, casi no podia hablar, solo le musite lloroso y casi sin poderseme entender mientras agachaba la cabeza

-por que empeso como una curiosidad por conocerlo y despues me parecio que eras tu, asi que trate de contenerme pero mi imaginacion se disparo por los aires-

lloraba al decir eso, pues cuando estaba con ritsuka, en realidad pensaba en zed, no me lo habia podido sacar de la cabeza desde ese dia, mi primer dia.

era tan diferente a atras ocaciones, por que zed siempre se comportaba asi solo estando a solas, acaso solo jugaba conmigo? o en verdad me amaba mas de lo que demostraba, sus palabras me dejaron algo confuso, que seria lo que diria despues de el pensar que tu y el.... si el no se hubiese contenido y dicho que le dio coraje, lleve mis manoshasta sus fuertes brazos y los aprete un poco, para despues preguntar en voz baja y entre cortado.

-zedrich, que es lo quesientes hacia mi?-

decia mientras mis manitas jugaban entre ellas por los nervios y el miedo a la respuesta, mi corazon se acelero de pronto, parecia que se saldria de mi pecho, solo podia sentir sus fuertes brazos sosteniendomecontra el como si se tratara de las fuertes raices de un arbol apresando la tierra.

-di por que zed por que eres tan diferente cuando estamos solo y cuando hay gente-

dije sin pensar poco despues de la oracion anterior, mi mente solo daba vueltas sobre el mismo asunto, estaba no se obsecionado o tal vez me habia enamorado al sufrir el primer beso por parte de esos labios tan hermosos, aunque me parecia algo tonto pensar que alguien como zed se fijaria en un niño como yo, solo paso por mi mente ser un juguete y me puse a llorar en silencio, mis lagrimas comenzaron a empapar la manga de su camisa.

sus labios eran tan dulces que olvide que era lo que estaba pasando, le abrace tiernamente deseando que nunca terminara ese momento, de pronto comence a sentir algo raro a zed, no era normal que estubiera tan callado.

-¿te sucede algo zedrich-sensei?-

pregunte algo apenado por haber cortado su beso.


(perdon por el retraso con la respuesta pero me acaba de llegar la inspiracion n.nU)

Puse mi mano en su cabeza haciendo movimientos bruscos, intentando despeinarlo
-estoy bien no te preocupes-
susurre, alejándome hacia la ventana, estando ahí di un gran suspiro.

-no es hermosa la luna-
Parecía un niño pequeño, temeroso e intrigado por saber si el pelirrubio gustaría de quedarse conmigo, mis piernas comenzaron a moverse, *demonios estoy temblando* me dije a mi mismo, intente parecer seguro de mi mismo y camine hasta el sofá... puse una de mis manos en mi mentón, acto seguido me recosté cerrando mis ojos intentaba poner mis pensamientos en orden, estaba confundido pero para ser sincero no sabia el por que de tanta confusión, tome mi cigarrera, siendo costumbre en mi saque un cigarro y lo lleve a mi boca para encenderlo... pero no encontré mi encendedor al no encontrarlo me di por vencido.

Abrí uno de mis ojos, no podía evitar no sentir nada por el, era perfecto... lo había deseado desde el momento en que nuestras miradas chocaron,

-ven...- extendí mi brazo - acuéstate a un lado mio, por favor...- mis labio tomaron una forma curva... era mi imaginacion o le estaba sonriendo, baje la mirada y lleve una mano a mis labios intentando cubrir esa estúpida sonrisa.

Levante la mira furioso -Eres un estúpido- solté las palabras al aire, sin dejar de observar al joven que estaba parado frente a mi.


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(T.A.1cHngMdRL)

me hacerque para despues oir un eres un estupido, mis ojos empesaron a humedeserse, mi boca temblaba, por alguna razon esas palabras me dolian en lo mas profundo de mi ser, pense que en verdad le gustaba a zed, pero ahora veia que no era asi, me voltee dandole la espalda para que no me observara llorando.

-tiene razon, soy un estupido-

dije mientras me acercaba a la puerta lentamente tratando de ahogar mi llanto.

-perdon por quitarle su tiempo profesor-

dije agachando la mirada, abriendo la puerta para salir, pero algo me decia que me quedara, pero por que, no tenia nada que hacer en ese lugar y menos despues de lo que me habian dicho, me tire de rodillas al suelo, cubriendo mi rostro y comensando a llorar desconsoladamente.

-por que.... por que...-

esas eran las unicas palabras entendibles entre mi llanto.

mis lagrimas aun seguian brotando de mis ojos, pero esta vez eran de felicidad, esa pregunta la habia estado esperando desde que le conoci, despues de su beso conteste.

- estar a su lado.... a caso esta loco.... me pregunta si quiero estar a su lado....-

dije en tono sarcastico, mientras le miraba a los ojos, para despues responder.

-no... no quiero... lo deseo desde lo mas profundo de mi ser desde el primer encuentro que tube con usted acaso no era obio zedrich-sensei?-

dije para despues juntar nuestros labios y trate de liberarme de sus manos para abrazarle pero era mas fuerte que yo

-sensei... por favor.... no me dejes nunca..-

dije para besarle de nuevo.

me sorprendio mucho la accion de zed al tirarme sobre la cama, estaba todo sonrojado, la mayor sorpresa fue cuando me pidio hacerme suyo, era como un sueño, mi corazon latia rapido, me aferre a sus manos y tenuemente con la respiracion agitada solo deje escapar mi respuesta.

-si.... hagame suyo zedrich-sensei-

dije mientras soltaba sus manos al sentir como quitaba mi sinturon de su lugar, no podia creer que estubiera pasando esto, devia estar soñando, lo mire detenidamente a los ojos y le dije.

-por favor sea gentil....-

para despues cerrar mis ojos, en mi cara se podia notar el cambio exagerado de coloracion, la simple idea me exitaba, a tal grado que pense que tendria una hemorragia nazal.

estaba completamente exausto, al principio era doloroso, despues no sabia si era dolor, placer o una combinacion de ambas, aun sentia a pesar de haber terminado como el miembro de zed entraba y salia bruscamente de mis entrañas, ahora ya estaba recostado en su majestuoso pecho. aun jadeaba de cansancio por tan largo proceso, una cosa rondaba en mi mente por que no dejo caer ese preciado nectar dentro de mi ser? al escuchar sus ultimas palabras sabia que tendria que alejarme un poco de varias personas.

-lo comprendo zed-

dije jadeante mientras el sudor corria aun por mi rostro, lo mire tiernamente y le pregunte.

-¿por que no lo hiciste dentro?-

mi rostro adopto una coloracion un poco mas roja al decir eso, solo podia pensar en aquel momento, por alguna extraña razon queria mas.

mi cuerpo temblaba con cada accion era como si no pudiera pasar por alto el impulso de seguir, me aferre a zed y le susurre al oido con palabras entrecortadas por jadeos

-mas.... por favor...-

*me retorcia mientras el mordia mis pezones, parecia que me los arrancaria con sus dientes, de pronto arañe su espalda con fuerza cuando empeso a acariciar mi miembro, que yacia herguido frente a sus manos.

me aserque temeroso estirando mi mano para tomar la suya, pronto el me acerco hacia su fino pero fuerte pecho que parecia de granito por tanto ejercicio, le abrace tiernamente mientras caminabamos hacia la ducha, me tomo en brazos y me tiro sobre la tina, despues de eso comenso a burlarse cruelmente de mi diciendo que ya habia tenido lo que queria, que me duchara y saliera de su habitacion, que no queria verme nunca mas, mis ojos se llenaron de lagrimas, el salio de el cuarto de baño y cerro la puerta, dispuse a bañarme, sollosando mientras me aseaba, eso sin duda habia sido la mejor y peor noche de mi vida, despues de eso no sabia que hacer, termine de bañarme, en la mesa junto a mi ropa habia una nota la cual decia....

"si lees esto significa que me fui a otro sitio donde no estubieses tu, ten la dignidad de cerrar la puerta antes de salir y no hagas nada estupido"

como no hacer algo estupido, si la persona que mas queria me habia utilizado para uno de los fines mas sucios que existian, sali corriendo de su cuarto azotando la puerta al salir, me dirigi a mi habitacion tirandome sobre la cama, adolorido por el acto, pero mas adolorido aun por sus palabras y burlas, solo queria morirme.