Caminando - Privado-

MIrada fulminante como respuesta a la suya, un alumno debia de ser, era demaciado joven como para pasar desapercibido como un maestro, las palabras que salierón de esos labios fué lo que hizo que sus ojos negros chisperan con molestia ¿que necesitaba de permisos para salir de noche? ¿él, Rossiel? ¿confianza para tutiarle asi, de esa forma?... vaya niño que se atrevía a decirle tales cosas con tanta encareza, sus proesas las pagaría con creces si no bajaba el tono.

-... ¡Ven aqui! ¡Sube!...- agregó con voz subliminal, ronca por la rabia cuando tu cuerpo causa estragos por liberarse de las tensiones. Oh si, aquello le jugaría en contra al niño, él debia decir que era lo que estaba haciendo estas horas, no Rossiel -... ¡Súbe e dicho! o bajare yo mismo... o acaso ¿tienes miedo?...- cuestionó con el puro hecho de picarle, incitarle a que llegara hasta su persona, realmente si el humano no lo hacía, Rossiel bajaría en cosa de segundos pegando un solo salto de la misma ventana, claro, la forma no adecuada de hacer las cosas ya que para un humano saltar desde esa altura seria algo no real... seria extraño.

Con los ojos entrecerrados le observo con escrutinio, ese niño tenia muchas cosas interesantes a su parecer, algo de lo que otros carecian enormemente, una diferencia abismal si asi podria describirse. Solo entonces, cuando escucho la respuesta del joven que, no fue agradable a sus oidos, apreto el borde de la ventana ¡Qué molesto! ¡Las pagará!... y no hay duda.

Uno... dos... tres, segundos que bastarón para pensar, acto seguido, retrocedió hasta la pared del pasillo tomando el impulso suficiente, corriendo aprisa hasta poner el pie derecho sobre el aféizar y saltar por la misma, tan impulsivo como siempre es, lleno de sentimientos alocados, peor que un niño que no piensa en nada y solo hace. Cuando sus pies tocarón la tierra humeda de la noche, fue suavemente mientras su abrigo bajaba hasta posarse con elegancia trás su espalda, cubriendo a media rodilla.., dió unos cuantos pasos, avanzando hasta quedar frente al joven de cabellos claros, penetrandole con la mirada efusivamente.

-... ¿que has dicho?... - cuestionó con severidad, mirando a los lados por si habian "roedores" observandoles de alguna dirección, se hecho a reir con ironía por como le contestaba el otro, volviendole a mirar cuando se llevó las manos a los bolsillos.

-... Rossiel Black... tú Director... menúda forma de hablarme tiene jovencito...- agrego sonriendo otra vez burlonamente, sus ropas negras comenzaron a flamear al ritmo de la brisa que le envolvia, junto a un hermoso baile de sus cabellos que cubrian sus ojos aún negros, no estaba tan molesto como hubiera querido, pero, abria de cuidarse si a de enojar a tan crúel y víl demonio.

Sonrió entre labios, con la barbilla del chico atrapada por sus frios dedos, aquella piel de demonio que muy pocas veces lograba tener la calidez suficiente como para porder compararse con un humano, esperaba que el joven no se diera cuenta de estos detalles y es que, no le importaba mucho, era verdad, si lo totaba demaciado esas facciones que su rostro tanto se obligaba a ocultar, lo sabria igual... no podia esconderse de los ojos del alma, aquellos que pueden sacar todo de ti en cosa de segundos por mas que se intentase repeler la introducción en la mente.

Esta vez sus labios se apegarón totalmente a los del joven, movimiendolos a la vez que de sus labios una sinfonia de voz sensual salia -... por mi esta bien... no tengo problemas en que me agreges el san cuando en soledad estemos... pero, con dicha confianza asumes que una intimidad interna, solo entre nosotros.... aquella intimidad que nadie conocera... con el san me estan dando como respuesta a que te tome ¿no lo crees asi?...- con la lengua, lamio las almohaditas rosadas de sus labios cuando su lengua probaba el sabor de dichos labios... eso le estaba excitando, no era su culpa despues de todo, era culpa expresamente del que le daba el pie a llamarle de esa forma y por ello... el camino a algo más profundo se abria paso.

Su mano libre, la diestra, rodeo la cintura del joven humano, la piel de este destilaba de los efluvios tan deliciosos que los juventud daba en años de tanta fuerza, aquello donde la piel era lo mas atrayente al ser no humano.... haciendolo adicitivo a gustos papilares.

Sosteniendo la cintura, su mano corrio por el costado hasta llegar a la espalda, tocando las caderas, pues habia bajado su mano en dicha travesia indagando en pieles ajenas... tocando con firmeza y plantando su mano entre el comienzo del pantalón y el final de su camisa -... tientas a un viejo como yo con un mero san... ahora deberias aguantar el pago por el trato que me daras...- siseo casi inaudiblemente ya que su lengua con pocesividad se metio de lleno en los labios, tratando de que el humano abriese la boca, cosa que no costo mucho dado por la comparación de fuerza entre un humano y un demonio... humectandose de las salivas que el otro contenia sellada en la cavidad bucal, fue asi como la humectacion de sus labios se mezclo con la contraria esperando que el joven le diese acceso finalmente en totalidad.

-... me propones que me deje doblegar?... que me deje llevar por ti...- solto una sonrisa entre labios al separarse escazos centimetros de esos labios, mirando al cielo, las carcajadas se dejarón sonar con mayor fuerza, rezumando como respuesta a un ¡No!... el dejar que un estudiante fuera el que le dominase?... Oh no, aquello tenia que ser un error de calculos, claro, siempre podria darse la treta, pero mientras fuera un juego de pasión... nada mas.

El no daria ese lugar a un chico tan joven, tan humano como todos alli, Rossiel no habia nacido para ser el de abajo, nadie habia logrado ese objetivo nunca, solo un demonio de su misma estirpe habia podido doblegarlo y todo fue siempre como un mero juego de pasiones, solo un momento de fuerte ardor de cuerpos no humanos, llevados al extasis, solo era eso y nada más, ni siquiera habia amor de por medio.... un juego de seres pulcros.

-... que me someta?... y porque deberia ser yo ?... dame una buena razón para hacer tal cosa o si no te olvidas del hecho... y seras tu el sometido...- dijo con efusividad, sus manos se apretarón a las mejillas ajenas cuando sintió una de las invasoras en su cintura tomandole fuertemente, habria de darle oportunidad de dar sus explicaciones ¿no?.. volviendo a besarle con pero esta vez con pasión afanada, si queria llevarle al cenit, ese era el comienzo adecuado, rozando con la rodilla la entrepierna del humano de tersa piel.

-... Mm... ya veo... asi que no te conformas con que solo yo te haga mio... si no que lo quieres todo... es una interesante idea... - dijo suavemente con su tipico tono sensual de voz, meditando de la tonteria que el alumno exijia con tanto carácter, habria que dejarle hacer entonces... solo una oportunidad le daria, solo una, si no respondia deacuerdo a sus grandes expectativas... perderia toda razon de dejarle tomar en otras ocaciones como el seme... solo jugaria el ese papel.

Cuando se trata con un demonio, no existen pensamientos logicos, solo la locura y la perdición te llevaban al verdadero placer, esa ola de fuego que quema el alma tan rapidamente, ese placer que le roba el oxigeno a los cuerpos sumerjidos en tanta pasión... esperaba realmente que se le satisfaciera. Dejo que el joven le tomase del menton, entrecerrando los ojos con mucha lujuria, mirando ahora esa piel nivea bajo el brillo de la luna que golpeaba y hacia resaltar los puntos más deliciosos que un ser humano podia tener, aquellos puntos deseables, adictivos que ya queria tener en sus labios.

Paso la mano alrededor de la cintura, atrayendolo a su piel, el calor que emanaba ese humano era considerablemente tentador, si no se apuraba ya en sus acciones, le raptaria a un cuarto a oscuras y le violaria, si en tal caso no desease nada del mismo demonio, habria de entretenerse con esa humedad que proviene de sus labios, de su esfinter, de su sexo, hasta dejarlo aturdido por su esencia.

-... adoro crear para despues destruir.... es una bella melodia a mis oidos lo que me estas diciendo... nada mas tentador que destrozar...- rio entre dientes cuando volvio a acercar sus labios, metiendo su lengua de lleno en la boca humedecida, indagando rincones no explorados por su fogoza lengua, mezclando sus salivas de una manera exquisita, deleitante que le hacia despertar una zona tan facil a despertar... su hombria.

Su rodilla comenzó a masajear la zona pervica del humano, tanta lascividad, tanta fuerza que era imposible no despertar al ajeno con tales actos... rozando la punta, moviendo por completo el sexo que era reemplazado por su rodilla luego, fortandolos en un vaiven enloquesedor mientras sus manos bajaban al trasero, apretandolo, presionandolo con sus dedos para que fuera un despertar certero.

Se dejo dominar por esos instantes en que el joven quiso hacer y deshacer, que importaba a estas alturas si nueva cuenta se queria gozar de manera distinta, le dejaria y si venia un pizca de inexperiencia, le tomaria y le destrozaria de la manera mas lujuriosa y sexual que el otro pudiese imaginar, era bueno enseñando el director cuando se lo proponia, por lo que daria un poco de esperanza al jovencito hasta que sintiera que no era tan diestro como el pensaba.

Contra el arbol con sus manos a la altura del rostro, sujetadas por una de las traviesas manos del estudiantes, y la otra, estaba masajendo su sexo con frenesi, maldito, queria que metiera la mano de lleno y se la enervara a mil, que se la succionara con sus labios, que lamiera hasta hartarse de ella, despues... Rossiel haria lo mismo.

Pero su autocontrol fue demasiado con esas caricias sobre la ropa, que le maldijera si queria, lo aceptaria gustoso -... cuando quiera tocarme hazlo en bruto...- acercando sus labios muy cerca del oido ajeno, solo necesito safarse de una sola de sus manos, la cual llevo al fálo del contrario, justo en la pretina del pantalon... Oh, pero el no pretendia tocarle por encima, ni de coña, colo su mano hasta sentir la piel del Rafael... agarrando de lleno la hombria contraria, llevando sus dedos a rozar hasta los testiculos en profundidad, noto claramente cuando entre caricias y caricias, rozando la punta luego de la longitud, estaba goteando, humedeciendo su mano, cosa que le excito mas... relamiendose los labios, deseoso por tener ese sexo en su boca y no mojando sus dedos.

-... sere sucio para que no te queden ganas de meterte con tus mayores...- la dominacion es un arte, lo sabe, le gusta mucho que traten de dominarlo aunque no puedan ciertamente, sus labios trazaron el cuello, lamiendolo y succionandolo, , se enrojesio la piel ya no mas nivea, le marcaria como suyo, su terreno o territorio.. su dedos se amordaron perfectamente en el sexo del alumno, haciendo que este goteara mas... que rico seria verle desnudo, como molestaba las ropas en ese momento.